Manual del perfecto niño/a de EGB, parte 2

Volvemos una semana más con este manual para ser el perfecto niño o niña de EGB. Los dichos, las costumbres, los juegos y demás que son necesarios para ser un perfecto modelo de esta generación. Cosas que has hecho o has tenido que hacer y que las recopilamos para que sirva de guía. Algunas cosas quizás no las entiendas o no las veas importantes pero todas y cada una de ellas son fundamentales y son de cumplimiento obligatorio. ¿Eres un perfecto niño o niña de EGB?

Es de vital importancia que te sepas todas las frases, chistes y latiguillos de la tele, porque tienes que repetirlos una y otra vez con tus amigos, en casa, en clase…

Si tienes un hermano o primo más pequeño que tú le tendrás que meter miedo con historias inventadas por ti. No vale flaquear, aunque llore tienes que seguir con tu historia. En casos de casa grande del pueblo es necesario esconderte y asustarle.

Las peleas se pueden acabar de dos manera: mal (a mi madre vas) o bien (¿hacemos las paces?)

Para que tu silla en clase sea la más rápida tendrás que ponerle chinchetas en las patas (donde apoya) y verás qué carreras.

Si te haces una herida no te limpies la sangre. Hay que esperar a que se haga postilla para arrancarla poco a poco y ver como la herida se queda rosa. Importante quitarla poco a poco, si no vuelve a sangrar.

Si alguien te pide un mordisco del bocadillo puedes hacer dos cosas: a: decir mi madre no me deja dar o b: poner la marca con el dedo para que no coja mucho trozo.

No asustarse cuando se rompen los pantalones, son cosas que pasan. Si subes a los árboles, te caes de la bicicleta o del patines normal que ocurra. Igual tus mayores se enfadan, pero le ponen un parche y a correr.

Aunque te guste el pescado o el puré tienes que quejarte siempre que te lo pongan en la mesa. Muy importante, siempre.

Si estás jugando (con un juego tuyo) con otros niños y te enfadas podrás dar por finalizada la partida y largarte de allí. Es tu juego y puedes decidir esas cosas. Nadie podrá decirte nada.

Es importante que una parte del bote de pegamento lo guardes para echártelo en las manos, esperar a que se sequen y arrancartelo como si fueses un lagarto de V.

También puedes ver:

Manual del perfecto niño/a de EGB
Cosas que hacían o decían nuestros mayores y que repetimos ahora (por si acaso)
¿Cuántas veces has hecho…?
Cosas que haces que delatan que fuiste a EGB
Lo que nos ponían las madres cuando hacía frío
Lo que nos daba miedo en EGB
Lo que merendábamos en los 70 y 80
Lo que daban de sí 100 pesetas


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Comentarios (18)

  • Elvira Reply

    Yujdhjndjuxcv

    15 febrero, 2013 at 09:08
  • anita Reply

    jajaja. Clavado!! Incluso la de asustar a los primos pequeños. Me tocaba a mi, claro! A ellos no les haria tanta gracia…

    15 febrero, 2013 at 09:11
  • nerea Reply

    Ja, ja, ja. Ya te digo, todo clavao. Y ese bote de pegamento y medio…. Uno gaste en la bata de la profe de inglés cuando se dio la vuelta, ja,ja,ja. La fufur la llamabamos.

    15 febrero, 2013 at 09:16
  • Ez Reply

    Poner el dedo en el bocadillo era muy rácano.

    15 febrero, 2013 at 09:20
  • Guada Reply

    Las riñas también podían acabar con un “no te ajunto”…

    15 febrero, 2013 at 09:57
  • Naidú Reply

    La del pescado la hace mi hijo hoy en día jajajaja

    15 febrero, 2013 at 10:16
  • Ruben Reply

    Certifico al 100 cada uno de los puntos del post. La de “a mi madre vas o hacemos las paces es mítica”

    15 febrero, 2013 at 10:31
  • Elena Reply

    Todo lo he hecho todo,incluso lo del pegamente lo sigo haciendo en el trabajo.

    15 febrero, 2013 at 12:55
  • PHR Reply

    Esta clavado asi fuimos l@s de E.G.B y lo del pegamento es verdad habia veces que se te hacian hasta heridas..las historias de miedo las contabamos en el baño con las luces apagadas…se vivian momentos criticos…..jeje

    15 febrero, 2013 at 13:08
  • R Reply

    Nadie menciona el olorcillo del pegamento Imedio….. ha sido verlo y tenerlo en la nariz.

    15 febrero, 2013 at 22:44
    • pepanuve Reply

      ¿Sí? A mí me ha ocurrido lo mismo.

      29 junio, 2013 at 21:14
  • sara maria garcia tuda Reply

    Jaja madre mía todas bueno casi todas a la que asustaban era a mi lo hacía mi hermano y por cierto a mi no me hacía gracia aunque se partiera de la risa a mi madre no iba era ya no te apuntó

    15 febrero, 2013 at 23:54
  • Jose Reply

    Para los latiguillos, no hace falta ser niño, yo aún he dicho alguna vez al coger el teléfono “Digamelón?”

    17 febrero, 2013 at 12:28
  • Mariví Reply

    ¡Ay madre mía! tal cual, es como si me viera a través del tiempo. Los latiguillos de vez en cuando me siguen saliendo como si nada. ¡Grandes tiempos!

    18 febrero, 2013 at 19:39
  • Jorge Reply

    Tengo un amigo que le falta medio dedo de ofrecer bocadillo.

    23 febrero, 2013 at 15:00
  • Annaranjada Reply

    Que bien olia el pegamento!!!!
    Lo de poner el dedo en el bocadillo depende con quien fuera, ke a mi mas de una vez me mordieron el dedo a drede!!!
    Los latiguillos siguen saliendo de lo mas natural…como el “Digamelon”, “Kit te necesito”, “Ventidó, ventidó, ventidó, ventidó” y “en-necanna!

    15 marzo, 2013 at 13:34
  • Gema Reply

    Jajajajajaja!! Me ha encantado!! Sobre todo el del bocadillo. Qué gran verdad… :)

    29 junio, 2014 at 11:46
  • anonimo Reply

    Cuantas vese he cho yo lo delpegamentoby las manos me envantaba asoplar em laano.para qcse secara antes y cuando me kitabanun pellejo de cola grsnde lo flipan a dios q recuerdos

    1 octubre, 2014 at 01:07

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